La ex ministra de Educación, Mariana Aylwin. |
Mariana Aylwin, ex ministra de Educación:
“Hoy día no están las
condiciones para tener educación gratuita y de calidad para todos”
Ha dedicado
toda su vida a la educación y piensa que no es posible, por ahora, una
educación gratuita y de calidad para todos los chilenos. Si hubiese tenido que votar en la acusación
constitucional contra Harald Beyer, habría votado en contra. La profesora y ex
ministra de Educación, Mariana Aylwin, cree que la destitución del ex ministro
sólo generó más polarización política.
María
Piedad Vergara R.
La ex ministra de Educación, Mariana Aylwin, no ve
con buenos ojos la destitución de Harald Beyer. Siente que se ha aumentado la
tensión en el mundo político y que no se
está haciendo un buen trabajo como oposición, pues asegura, se busca más
golpear al gobierno que generar liderazgos en la sociedad.
Desde que salió de cuarto medio, Mariana Aylwin se
ha dedicado por completo a la educación. Estudió pedagogía en Historia en la
Universidad Católica, fue profesora por varios años y cuando fue diputada
estuvo en la comisión de educación. Trabajó un año en el ministerio antes de
ser nombrada ministra de Educación, cargo que ejerció por tres años. Hoy es
directora de la Corporación Educacional Aprender, la cual administra dos
colegios, uno en La Pintana y otro en Lo Espejo. Asegura que la corporación
donde trabaja es sin fines de lucro y que ellos no son dueños de los colegios,
sino que están a cargo de la gestión de éstos.
Al momento de la entrevista, ha pasado menos de una
semana desde que el Senado destituyó a Harald Beyer de su cargo como ministro
de Educación. En una entrevista con radio Oasis, se mostró en contra de la
acusación constitucional contra Beyer y señaló que el suceso sólo contribuía a
generar una mayor polarización en el mundo político y social.
En una entrevista con radio Oasis, usted señaló
que la acusación no era buena políticamente. ¿Por qué tiene esa opinión?
Lo
que yo dije es que encontraba un error la acusación constitucional,
independiente del ministro. Yo tengo una buena opinión del ministro, pero mi
tema no era el ministro, no era defender al ministro, podría haber sido mejor
ministro o peor ministro y yo habría estado en la misma posición. Lo que yo
creo es que la acusación, en primer lugar, no tenía fundamentos sólidos para
prosperar, porque, desde mi experiencia, habiendo sido ministra, tengo la
convicción de que el ministerio no tiene suficientes atribuciones para
fiscalizar el lucro. Además, el lucro es encubierto, no es llegar, fiscalizar y
que se note, tú tienes que meterte a hacer unas cosas que el ministerio no
tiene la facultad para hacerlas. Y hay otro tema, que es político y a mi es el
que más me preocupa, que es la polarización que se produce.
Si usted
hubiese estado en la situación de votar, ¿cuál hubiese sido su voto?
Yo habría votado en contra y no tengo ninguna duda
de que ese habría sido mi voto. Creo que muchos parlamentarios no votaron en
contra por consideraciones políticas, que son válidas, pero a mí me parece que
no corresponden en una acusación constitucional, cuando el jurado tiene que
actuar de juez y no por consideraciones políticas.
¿Cómo
califica usted el actuar de los parlamentarios antes, durante y después de la
votación?
A mí no me extraña mucho, la votación contra Yasna
Provoste fue exactamente igual. Tengo severos reparos al instrumento “acusación
constitucional” porque tal como se ha usado, no necesariamente responde a una
acusación constitucional sino a una acusación política. Yo entiendo que se
hagan acusaciones políticas, pero no me parece que un instrumento que no es
para hacer acusación política se use como tal. En este caso, creo que nadie
ganó. Mi consideración tiene que ver con la polarización que se produce en el
mundo político, esto divide más.
Como
concertacionista, ¿qué le pareció el actuar de la oposición en esta acusación
constitucional?
Es absolutamente previsible, yo no veo que sea ni
bueno ni malo, es una consecuencia absolutamente lógica de la actitud de
Patricio Walker, o la mía. Si uno se desmarca del grupo, vas a ser criticada.
Yo diría que a la Concertación le ha costado ser oposición después de 20 años.
Vinieron los movimientos sociales y en vez de liderar, de encauzar las
demandas, se puso como detrás del movimiento estudiantil y creo que eso fue
completamente equivocado. Creo que la oposición perdió una oportunidad estos
años de hacer una renovación más profunda.
¿Cómo cree
usted que se desempeñará la nueva ministra de Educación, Carolina Schmidt?
Yo creo que ella tiene dos cualidades que pueden
ayudarle mucho. La primera es que tiene una muy buena evaluación pública y lo
segundo es que tiene experiencia de
haber sacado proyectos en el congreso. Es una persona que, sin ser especialista
en educación, a lo mejor va a tener condiciones para relacionarse con la
oposición y con los estudiantes que puedan contribuir a desentrampar los
problemas que tenemos.
Visión
Educacional
¿Es bueno
el lucro en la educación?
Yo estoy en contra de dos cosas. Lo primero, de que
se diga “somos sin fines de lucro” y se lucre, porque se viola la ley. Y
segundo, que el fin del lucro se preste
para abusos, ganancias excesivas, cobros exagerados a los estudiantes y ese
tipo de injusticias que creo que tienen que desaparecer. Pero hay un tema de realismo
en esto. Yo me pregunto ¿quién va a hacer las inversiones que este país
requiere en la educación superior si no puede tener un retorno de esas
inversiones? Entonces claro, hay que regularlo y fiscalizar que la ley se
cumpla. Pero personalmente creo que esta demanda por terminar con el lucro en
la educación es bastante irreal.
Entonces no
podría ser posible una educación sin lucro…
Creo que es bastante difícil, porque hay muchos
proveedores privados. Entonces ¿cómo lo hace el Estado? ¿Estatiza? ¿No deja que
nunca más se creen instituciones privadas? Yo creo que lo que hay que hacer es
regular el lucro y fiscalizar. Y si hay instituciones que son sin fines de
lucro, que se respete el ser sin fines de lucro.
Según su
experiencia como ministra de Educación, ¿es factible una educación gratis y de
calidad para todos los chilenos?
Yo creo que no, en un futuro podría ser, pero hoy
no, por un tema de recursos. Hay que tener prioridades, a mí me parece que las
prioridades están en otra parte, por ejemplo en educación inicial y en
formación de profesores. Creo que hoy en día lo que el Estado tiene que hacer
es poner los recursos para igualar la educación en todos los aspectos y eso
significa poner más recursos donde hay más pobreza, a las familias más
vulnerables, a los estudiantes que tienen menos oportunidades. Hoy día no están
las condiciones para tener educación gratuita y de calidad para todos.
¿Cuál es su visión de la educación en el
Chile de hoy? ¿Qué hace falta para mejorarla?
Yo tengo una visión optimista. Si nos comparamos con
países de Europa, estamos peor, pero si nos comparamos con América Latina, yo
creo que nosotros hoy día somos los mejores en educación. Tengo una visión
positiva de cómo hemos ido avanzando, pero siempre faltan muchas cosas. Creo
que el mayor déficit es en la formación de profesores y en lo que pasa en las
salas de clases, donde todavía hay una pedagogía muy centrada en el profesor y
poco enfocada en los alumnos.
Finalmente,
¿qué espera usted del próximo gobierno en cuanto a educación?
Creo que la educación está puesta en la agenda
prioritaria y eso tiene que traducirse en los presupuestos y en las políticas.
Yo me enfocaría muy fuertemente en la formación de profesores, en el apoyo a
los profesores en ejercicio y en buscar una política que eleve la dignidad de
la profesión docente. Y por otra parte, me centraría muy fuertemente en
educación inicial. Todavía está la concepción de que los niños en pre kínder y
kínder van a jugar al colegio y se desaprovecha una etapa de la vida en la cual
los niños aprenden de una manera impresionante.